jueves, 7 de febrero de 2008



Una Boda
Primero, nada de mesa de regalos en Palacio de Hierro, cada quién tenía que llegar con su regalo envuelto, se llegaba con los regalos hasta en la misa, se les entregaba a los familiares o a los mismos novios, depende también de la posición económica de los novios, pero había algo común casi no se rentaban salones, casi siempre se hacían en casas.
Casi no se acostumbraba casarse en la noche, se usaba mucho el vestido largo y todos bien vestidos nada de informalidades.
En el brindis, el Papá de la novia o de el novio daban unas palabras.
Siempre bebida alcohólica y orquesta en vivo, tocaban swing, fox trot, no había el típico “weding singer”, y los novios bailaban un vals forzoso, no la canción con la que se conocieron.
El papá de la novia pagaba toda la fiesta el novio sólo daba para el vestido, padrinos de ramo, de arras, de lazo, de cojines, de libro y rosario, de mancuerna.
Las fiestas podían durar mucho o poco, a veces si una boda empezaba a las 12 de el día para las día de la noche ya no había nadie.
Por lo general los novios de la boda se iban a la luna de miel acabando la boda, para nada se usaba que los novios vivieran juntos antes de la boda, se decía que “se la robaba” si la novia se iba antes con el novio, pero no se iba a casa de el novio, este “la depositaba” en casa de un familiar o amigo suyo mientras iba y pedía la mano o juntaba dinero o los papas no daban permiso, una vez robada como no se sabía si ya había perdido la virginidad o no, se tenía que dar a la novia a fuerza, a veces una vez que era robada la novia ya no se podía casar de blanco.
No se usaba aventar el liguero, ni la “viborita”, ni ponerle dinero al vestido de la novia, sólo se aventaba el ramo antes de irse a la luna de miel o antes de que se acabara la fiesta.
En la iglesia tenían que ir a las “amonestaciones”, que eran platicas que daba el padre que consistían en consejos para ser buenos esposos. El padre anunciaba los domingos en la misa: “Corre la primer AMONESTACION de fulano y fulana”, por si había algún impedimento.
La comida se preparaba en casa, y antes se repartían algunos bocadillos, también caseros, y el vino y el alcohol siempre abundante.
Tampoco se usaban las famosas despedidas de solteros, ni regalos previas al día de la boda.

Si eran de clase media baja, la gente no entraba a la fiesta sólo la veía por las ventanas, pues no alcanzaba a dar de comer a tantas personas, sólo muy pocos invitados, pero todo mundo se asomaba por donde pudiera para ver el baile, el vestido etc.

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