viernes, 4 de abril de 2008

Hola hola.

Image and video hosting by TinyPic


La verdad sea dicha: no sé desde dónde abordar esta tarea.

Sería justo decir que el matrimonio es una unión, cualquiera que sean las condiciones y consecuencias que conlleve en específico, y comparar la unión con el cine que es una amalgama de muchos oficios y que son oficios que a su vez comprometen terriblemente a la persona que los lleva a cabo.

Cuando se tiene un proyecto en el proceso de ser realizado no debe haber alguna otra cosa que en importancia supere a este proyecto, pero eso más bien sería como tener un hijo. Para hacer cine las personas sí deben tener una gran capacidad para comprometerse y dejar su vida en stand by por cierto tiempo a veces indeterminado, generalmente indeterminado, bueno siempre indeterminado.

Sin embargo también debe haber, como en el matrimonio (supongo), un alto límite para la tolerancia, un portal de la tolerancia, como el del dolor, para convivir tanto tiempo con tanta gente. Mi amiga dice que los cineastas son super chismosos, yo creo que el ser chismoso está en la escencia del ser humano como ser social pero el problema con los cineastas y los estudiantes de cine es que pasamos demasiado tiempo juntos, además de tener una personalidad no tan pasiva.

Si se pudiera decir que promediando los fines de los matrimonios a través de la historia gana el de tener hijos, el matrimonio en una película serían las facetas de altibajos por los que pasan las personas en una producción y el hijo de esas relaciones claramente sería la película y sí, siempre lo que sabemos de una película hace un gran porcentaje de los factores que tomamos en cuenta para juzgarla.

fin.

Manuela y Wada.

No hay comentarios: