jueves, 29 de mayo de 2008

oscar y la bouffetance



Me gusta comer por tiempos, el entremés, la sopa, el plato fuerte y el postre, aunque desgraciadamente no siempre se puede... me molesta muchísimo no tener espacio en la mesa, no tener una silla cómoda y que todos los accesorios estén sucios y en desorden.
En el desayuno pues mi riguroso, espumoso y extremadamente delicioso licuado de fresa todos los días, con leche entera claro, fruta y lo que se me antoje en el momento, ya sean huevos en sus diferentes presentaciones, corn flakes o pan cakes, chilaquiles, etc. En el desayuno no hay nada riguroso más que el licuado. Para cenar reglamentariamente es mi vaso de leche ENTERA, nada de Light, ni para cuarentones, ni ninguna de esas mamadas que saben a madres.

Yo como lo que se me antoja, no tengo remordimientos, me caga el culo estar a dieta, no me gusta comer en la calle y desde que mi carnaval me enseño sus microbios de comida en la calle, ni madres que comida en la calle ni que nada, pura mierda se traga uno en esas porquerías, mendigos puesteros han de lavar sus puestos con la misma escoba que barren la calle, con esas manos sin lavar se agarran el culo.

En mi paranoia cuando voy a un restaurante, sin importar lo caro que sea, siempre reviso la comida, uno nunca sabe que escupitajos, pelos púbicos, semen de avestruz u orines de ayudante de cocinero se puede encontrar en el plato, aunque digo, los escupitajos y orines son difíciles de identificar, especialmente si se trata de una sopa.

Me encanta comer, es una de las experiencias más satisfactorias y chingonas, especialmente en otras ciudades me encanta dar un tour gastronómico de restaurante en restaurante, aunque claro siempre que se puede con recomendación mejor, si no, se puede topar uno con sorpresas muy desagradables. El día que me tope con un restaurante que haga las enchiladas con el mismo sazón que le daba mi abuela ahí me voy a quedar a vivir, sea donde sea, mientras tanto cualquier otra enchilada es un taco de mierda.

Por cierto, me caga, me caga al punto de que te sale diarrea por el pene, la gran montaña de mierda que es un sanborns.

Oscar jaime

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