Outsider
“If there is somethig more sad than being an Emo, its being rejected by an Emo”
Salgo de la casa de mi chavo y camino hacia el parque que está enfrente, es sábado y hay una reunión de Emos, ah por cierto el parque está al lado de la glorieta de insurgentes, unos andan en patineta, otros, la mayoría estàn sentados besándose, platicando y una chica le hace crepé al pelo de su novio, yo me los miro un rato desde lejos tratando de pensar cuál va a ser mi movida para acercarme y hacerles la platica, a la mayoría les saco mínimo unos 5 o 7 años, después de un rato me animo a acercarme a pedirles un encendedor para prender mi cigarrro, las chicas ni me voltean a ver y un chico saca lento y con desprecio un encendedor, tengo miedo, -“gracias”- le digo mientras pongo mi mejor sonrisa, las sonrisas no sirven mucho con los Emos, me pongo erviosa por que estoy ahí parada sin que se me ocurra nada que decir, por suerte antes de que me vaya un Emo con la mitad de el pelo morado, pantalones muchísimo más ajustados que los míos y mucho más maquillaje que el que yo traigo se me acerca y me dice-“oye amiga como te llamas, tu vives por aquí no?”- pues es mi chavo el que vive aquí enfrente le contesto, se escucha un “uuuuhhh” de sus camaradas emos, risas de las chicas, yo trato de no ayentarlo diciendo un muy torpe -“Y que reven hoy?”- siento la mirada de desaprobación sobre todo de las mujeres que se secretean y me miran, mientras pienso que debería maquillarme un poco más, -“Pues no sabemos a ver que sale”. Dice mi amiguito Emo, le pregunto su nombre, estoy nerviosa, debería de pintarme el pelo o hacerme un nuevo corte- pienso- mi cabello es de lo más cotidiano y aburrido, los peinados de los Emos tienen tanta peronalidad, le invierten tanto tiempo en lograr que el fleco quede con la inclinación correcta, que importa si cubren o tapan por completo la visión estos flecos espesos y negros, cada peinado se parece pero a la vez con mantienen un sello de individualidad; “¿Y tu que estudias o que?” me pregunta, cine, me falta un año y medio para a cabar, -“No ma`pues cuantos años tienes”, 22 le digo riéndo, -“iiiiii, ya está ruca jajaja”, dice con desdén una de las chicas, se ve muy ruda, todos ríen, yo me sonrojo pero trato de reír con ellos, doy unos pasos hacia atrás y me despido con una frase torpe y me voy totalmente humillada por todos los Emos de la colonia.
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