lunes, 12 de mayo de 2008

rosaura bichir comida

Te tomo y te uso cuando quiera, te adoro, te deseo.
A veces te sueño, te desprecio, pero siempre acabo cediendo, te busco y me angustio si no te encuentro. Me gustas en todas tus formas, en todas tus etapas, me gustas rápida pero como gozo si te tengo lenta delicada y pausada, preparada con amor. Hace mucho que dejaste de cumplir con tu misión más primitiva, ya no eres el remedio para un fin necesario de supervivencia, eres más una satisfacción que una necesidad, tengo la bendición de que en mi condición eres más placer que otra cosa; sé que para muchos, para la mayoría en este país no es así, que te usan para efectivamente cumplir con tu razón de ser, pero no puedo negar que todos te tenemos una adoración que merece de casi siempre un ritual para tenerte, concilias, calmas, curas, reúnes y concientes a las personas. No se dejan de crear cosas nuevas alrededor tuyo, personas le dedican la vida a hacerte mejor, a reinventarte, a mezclarte y a vestirte de nuevas formas.
Gracias por existir, gracias a todas aquellas personas que a lo largo de la historia te hacen cada ves más seductora.
LA COMIDA.

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